La verdadera personalidad brilla por si sola, sin esfuerzo, emana desde lo mas interior de nuestro ser, nace espontánea, es bella como la aurora, comparable al ejemplo del iceberg, hay mas dentro que fuera.
La verdadera personalidad es clara y sincera, sin pretensiones, no ama, es el amor en si mismo, es energía vital transmitiendo esperanzas de vida, esta mas allá de la cumbre, transciende lo subliminal, y esta en constante comunicación con las "desconocidas" energías del universo.
El hecho que yo no sepa como funcionan las "desconocidas" energías del universo, no me impiden utilizarlas.
El hecho que yo no sepa como funciona un avión, no me impide utilizarlo.
El hecho que yo no sepa como esta hecho un ordenador, no me impide utilizarlo.
La verdadera personalidad se transmuta hacia lo físico en la misma medida que esta se manifiesta interiormente, mejorando nuestro magnetismo personal, nuestra expresión, nuestra mirada y nuestra salud.
Una perfecta salud depende de una mente sana, al igual que el árbol depende de sus raíces, y cuanto mas profundas sean estas raíces, mas robustez y longevidad.