Todo cuanto te rodea es parte del Universo como tú también lo eres, todo se mueve al ritmo de una inteligencia natural, cada cosa tiene su lugar y su sitio creándose una armonía silenciosa rozando la perfección absoluta y toda esa perfección, toda esa inteligencia cósmica, toda esa armonía es parte de ti y tu de ella, cada decisión que tomes, cada acto que realices modificara la compleja predicción de tu futuro, hay quien incluso cree, que estamos predestinado, todo depende si tu futuro lo decides tu o lo hace otro por ti. De lo que se trata es de sacarle partido a las energías del universo de manera positiva.
Existen innumerables métodos, técnicas, y cursos para tener una personalidad positiva, pero, ¿cual es la que mejor encaja con nosotros mismo?.
Podríamos decir que podría existir un método o un curso completo de superación personal que podría convertirte en una persona exitosa y positiva, tanto a ti como a miles de personas mas, pero hay un detalle importante que se nos escapa, eso seria factible en el caso que esas miles de personas fueran todas iguales a la persona que creo el curso, la realidad es que cada uno de nosotros somos distintos, cada persona podría asimilar un porcentaje determinado de dicho curso de eficacia personal, pero difícilmente lleguen a asimilarlo con la misma similitud que su creador, quizás puedes superar al creador, pero seguramente con otros procedimientos u otras practicas distintas.
Un maestro, gurú o mentor te puede orientar, transmitirte sus experiencias, pero tu tienes que descubrir tu propio camino.
Este pensamiento muy característico de la filosofía oriental y que hoy día parece que se esta aplicando en el pensamiento occidental, en los negocios, en los deportes y en las artes haciendo surgir modas y estilos caracterizado por personalidades que aplicaron dicho principio, siempre sobresaliendo a la multitud afianzada a los antiguos y restrictivos conocimientos.
Aprende, conoce, asimila, experimenta y descarta todo lo que pueda caer en tus manos y tu decide que es lo mejor para ti, porque tú futuro depende de ti y eres tú quien vas ha vivir tu futuro.
No esperes que venga nadie a darte la verdad absoluta y mascadita, porque no existe.
Si alguien tiene una buena “idea”, posiblemente lo explote y lo aproveche al máximo, cuando la “idea” deje de ser muy rentable, entonces quizás la comparta, como dice el refrán “cuando tu vayas, yo ya vengo de vuelta”.
Nadie te puede dar tu "descubrimiento de ti mismo", solamente tú puedes hacerlo, y es tú deber natural hacerlo.
"Cada maestrillo, tiene su librillo". Refranero.
