No todas las Navidades son iguales, traigo muchos recuerdos de muchas Navidades, desde mi infancia, y cada una tiene algo que le diferencia de las otras, prácticamente han sido todas muy buenas y especiales, y voy ha “tocar madera” para que siga siendo siempre así, si las circunstancias no acompañaban yo me la ingeniaba para que fueran unas Navidades únicas e irrepetible, siempre he gozado de una enorme imaginación.
Me creaba mi propio mundo si era menester, si el ambiente no me gustaba imaginaba y veía cosas que me satisfacían, recuerdo que mis amigos de adolescencia estaban muy aburridos en la fiesta, me veían y me decían: ¡que te has tomado o cuéntame donde esta la gracia…!, por supuesto no tomaba ni fumaba nada raro, no soy fumador, no me era necesario, ya de joven tenia cierta capacidad para “alucinar” por si solo, así es como me definían mis amigos.
Hoy día soy mas normalito, bueno depende de las circunstancias ; ), a lo que quiero llegar con esta experiencia personal es, tu creas tu propio ambiente, tu propia circunstancia, todo esta en ti mismo, si tu quieres, cuando buscamos una situación o unas personas adecuadas a la imagen que nos hemos creado con antelación, y no coincide con nuestra imagen, nos desilusionamos, ¡es que no es como yo lo quería!, solemos decir, entonces, ponemos malas caras, y la tan típica frase, ¡vaya rollo!.
A todas las situaciones de la vida, por muy “malos rollos” que sean, se le puede sacar algún partido, si primero nos quitamos esas imágenes preconcebidas y nos convertimos en agua, “se tan cristalino y flexible como el agua”, adáptate y sumérgete en la situación.
De lo que se trata es experimentar una vida positiva, descubrir las miles de posibilidades y oportunidades que vuelan alrededor nuestra del cual apenas hacemos caso de su presencia.
