En una mano abierta se encuentra mucha paz.
En una mano cerrada hay mucha violencia,
nada para recibir y nada para dar de sí mismo.
Cuando abres tu corazón, el universo también se abre a ti
y siempre podrás conseguir la plenitud en tu vivir.
En una mano abierta hay espacio para una y muchas manos para estrechar y en una mano cerrada, nadie a quien estrechar.
¡Abre tu mente!, despeja tus dudas y cada día sabrás más,
no por que acumules o leas explicaciones de libros y bibliotecas sino porque eres más espontáneo, sincero y real.
Conocerás la vocación de servir y conocerás que el existir es siempre más y más.
Autor: Oscar Basurto Carbonell.
Trate de ser alguien para los demás