La resignación es la capacidad humana de aceptar y adaptarse a las adversidades, esta palabra esta mal interpretada al compararla con la cobardía y la derrota, siendo su verdadero sinónimo la paciencia y la humildad.
Resignarte no es sinónimo de estar vencido, fracasado o ser un cobarde, sino todo lo contrario, es una manera de avanzar sin oponer resistencia, adaptándote a las circunstancias, al igual que un velero no se opone a la fuerza del viento, sino que se deja llevar por el viento para llegar a su destino.
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El derrotado deja de luchar y da por imposible su emprendimiento, el resignado deja de luchar de la manera habitual para emprender a la primera oportunidad y volver a luchar de una manera distinta.
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La resignación se encarga de rebajar al orgullo para aliviar el peso de la carga que soportamos diariamente y uno de los mejores antídoto para calmar el dolor de cabeza que acarrea vivir en sociedad.
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La resignación es la paciencia de un humilde que se adapta sabiamente a los acontecimientos que se le presentan.
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Aprecia a la resignación porque cuesta mucho tiempo adquirirla y no es tan fácil comprenderla.
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Al principio da mucho dolor tener que moldearte y adaptarte, pero es principio de vida o ley de supervivencia.
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La resignación es sinónimo de la paciencia y la paciencia es un arma muy poderosa, que tiene el poder de obtener todo lo que desees.
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La Naturaleza es sabia y nos da constantes ejemplos de resignación y paciencia: "adáptate o muere".
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Uno de los principios para ser feliz es :"acéptate tal como eres ahora y aprende a disfrutarlo". Y si sirve de consuelo, puedes mirar hacia atrás...y observaras que hay muchos que están peores que tu.
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"A falta de pan, bueno son tortas". Pues a mi me encanta precisamente las tortas : ) . El sentido del humor es uno de los mejores "compañero" que podemos tener en el trayecto de nuestra vida, sabrá "endulzar" esos momentos "amargos", o como dice el refrán:"la paciencia es amarga, pero mas dulce son sus frutos".
La esfinge paciente
Esperanza: el sueño de la consciencia