Suele ocurrir que solo nos damos cuentas de que sufrimos cuando el sufrimiento alcanza cuotas muy altas y se hace insoportable, pero lo cierto es que diariamente experimentamos emociones negativas causantes de molestias mas o menos sutiles que nos impide disfrutar plenamente de nuestra vida.
¿Quien no ha experimentado a lo largo del día emociones que lo hacen sentirse separado de los demás, como por ejemplo: miedos, orgullos, rabias, envidias, celos, resentimientos, enfados, etc...?.
Incluso otros tipos de emociones como son: aburrimiento, pereza, falta de interés, depresión, confusión, indecisión, ansiedad, prisas, irritación, nerviosismo, angustias, etc...
¿Cuantas veces te has encontrado quejándote porque tu mismo, o bien los que te rodean, no se comportan como tu crees que deberían hacerlo?.
Incluso te enfadas al presentarse algún imprevisto o porque las cosas no marchan como tu querías.
Podríamos comparar nuestra existencia con aquella fabula o cuento de un burro que trota tras de una zanahoria colgada de un palo de madera amarrado a su cuello, que por mas lo intenta mordisquear, solo consigue de vez en cuando unos bocaditos de la zanahoria, pero no obteniendo nunca la zanahoria entera.
Cuando las cosas no marchan como nosotros creemos que nos debería marchar, tendremos momentos de satisfacción y cuando no...tendremos momentos de gran decepción.
Es así como disfrutamos solamente de una pequeña parte de la vida.
El siguiente video relata un extracto del libro "Uniéndose a Siva" y esta relatado por el propio maestro Gurudeva.
(Quería antes tener una cosa clara; todo cuanto pongo en mi blog es para adquirir conocimientos e ideas para mejorarnos en nuestra vida, ¡no para convertir a nadie!, de lo que se trata es de tener una mente abierta sin discriminaciones, utilizar lo que te convenga y si no, seguir tu camino, hubo otro gran maestro que dijo: "...Y todavía no se ha dicho, la ultima gran palabra".)
Lograr el objetivo de la felicidad
Las doce puertas por Dan Millman
Hay quien logra hacer realidad grandes sueños
Que nada y nadie calle tu verdad