miércoles, 16 de junio de 2010

Trabajar para vivir y no vivir para trabajar

 

Convenzámonos que debemos trabajar con honestidad y lo mejor posible, pero que también es importante preocuparse de esa parte de nuestra vida que no es profesional, deberíamos tomar una decisión en el campo laboral:"Ser los primeros y pagar las consecuencias o conservar felizmente, nuestra vida privada".

 

 Si nos ofrecen trabajo extras, debemos saber que esto comporta un mayor sacrificio, ¿esta dispuesto a afrontarlo?, es importante tener en cuenta esta pregunta, antes de sentirte una victima después. Cuando dormimos y soñamos por la noche con cosas relacionadas con el trabajo del día anterior, nuestra mente pone en acción violentos mecanismos de defensa debido a un exceso de trabajo o que el trabajo no es el adecuado para nosotros.

En el campo de concentración alemán de los nazi de Auschwitz, esta escrito en la entrada de los pabellones judíos, en alemán:"Arbeit macht frei" (El trabajo nos hace libre), suena irónico, allí donde murieron millones de judíos, esclavizados y torturados, este hecho, me hace pensar sobre el verdadero significado del trabajo, siempre hemos escuchado el dicho de que el trabajo es necesario, te ennoblece, te realiza, te da de comer, te da valía, te hace sentir alguien, te da moral, etc.

Pero lo que nunca escuchamos es que solamente una minoría consigue realizar todo esto, y la verdadera realidad, es que el trabajo es duro, pesado, pone a prueba nuestro equilibrio, muchas veces nos causa frustraciones, nos hace agresivo, competitivos e incluso antisociales, pero, ¿porque?, el trabajo en realidad en vez de liberarnos nos da un sin fin de problemas respecto a nosotros mismo, como con los demás e incluso con la familia.

Con respecto a nosotros mismo, el hecho de no conseguir un trabajo que nos guste hace que dudemos de nuestra capacidad personal, incluso pensamos que no es el trabajo el inadecuado, sino que somos nosotros los que no valemos para nada.

En el ambiente profesional, cuando trabajamos en grupo, puede que nos sintamos incapaces, frustrados e incluso marginados e incluso mezclamos nuestros problemas familiares con los laborales, en vez de disfrutar felizmente, de las pocas horas que dedicamos a la familia, en el caso de que el marido trabaja y la mujer no, a pesar de que los tiempos están cambiando, todavía existe el error burocrático de que la mujer no trabaja. Si se le pregunta en que trabaja, ella responde: "¡En nada!", pero la realidad es que la labores del hogar de esa mujer puede llegar a ser incluso mas intenso que la de su marido, eso sin contar de que tenga hijos, pero ella es la primera que dice que no hace nada, por el mero hecho de que su trabajo no esta retribuido.

 

 

 

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