Es verdaderamente libre aquel que desea solamente lo que es capaz de realizar y que hace lo que le agrada. Jean Rousseau.
En un mundo que, vive sin amor,
eres tú mi libre, canción.
Y la inmensidad, se abre alrededor,
mas halla del limite del corazón.
Nace el sentimiento, en mitad del llanto,
y se eleva altísimo, y va.
Y vuela sobre el gesto de la gente,
a todo lo más noble indiferente,
ajeno al beso cálido de amor,
de puro amor.
En un mundo que, prisionero es,
libres respirábamos, tu y yo.
Pero la verdad, nada brilla hoy,
y nítida su música, sonó.
Nuevas sensaciones, nuevas emociones,
se expresan ya purísimas, en ti.
Y el pelo del fantasma del pasado,
cayendo deja el cuadro inmaculado
se alza un viento tímido de amor,
de puro amor.
Me recubro en ti,
dulce amado que, no sabe el camino,
no sabe que de verdad.
Al lado tuyo vendré. Si quieres tu.
Cae un día el muro,
recubierto de las rosas selváticas,
revive o no, se eleva o no.
Bosque abandonado
y por ello sobreviviendo virgen
se abre o no, se cierra o no.
En un mundo que, prisionero es,
libres respirábamos, tu y yo.
Pero la verdad, nada brilla hoy,
y nítida su música, sonó.
Nuevas sensaciones, nuevas emociones,
se expresan ya purísimas, por ti.
Y el pelo del fantasma del pasado,
cayendo deja el cuadro inmaculado
se alza un viento tímido de amor,
de puro amor.
Y recubrote, y recubrote...