La búsqueda de nuestro interior puede llegar a ser difícil o fácil, depende de si somos capaces de soportar escucharnos en silencio durante un determinado tiempo, soportando las imágenes o voces que espontáneamente fluirán en nuestra mente, de la cual muchas no queremos ni ver, ni escuchar.
Se dice, que la ambición y el deseo por lo material acalla el sentido espiritual, en cierto sentido puede ser, pues una se opone a la otra, pero pienso que por el hecho de existir, puede convivir las dos en armonía, si todos en este mundo fuéramos absolutamente espirituales, ¿crees que se podría mantener social y económicamente un pueblo, una ciudad, un país...?.
Al fin y al cabo, lo que se pretende con la reflexión o la meditación es conocernos a nosotros mismos, sentirnos bien y estar en paz.
¿Quién soy?
Hacerte esta pregunta no significa que seas un "bicho raro", es un proceso natural del ser humano, somos curiosos por naturaleza, queremos conocer todo cuanto hay en nuestro exterior y querer conocer nuestro interior no va a ser menos, es toda una experiencia personal e intensa.
Te has preguntado alguna vez, porque hay cosas que dicen y hacen los demás produciéndote molestias internas, o porque haces o dices cosas tu mismo, a sabiendas que te perjudica y te molestan también.
¿Porque lo haces o lo hacen?
La reflexión serena o la meditación te ayuda a obtener respuesta a esa y mas preguntas que tu hagas, por eso se suele decir, que la felicidad comienza desde tu interior.
Aceptarse a si mismo tal como somos y en el ambiente que vivimos, seria un buen comienzo para empezar a conocernos y sentir paz interior, pero no significa que tengas que estar así toda la vida estancado, digámoslo sencillamente, empezar con "poquito, pero feliz" e ir creciendo poco a poco.
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído. Concepción Arenal.