El camino que puedes seguir no es el camino real. El nombre que puedes decir no es el nombre real, Es el alma que no busca quien ve lo que está oculto, y el alma que siempre busca sólo ve aquello que quiere.
Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.
El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil.
El valor de un acto se juzga por su oportunidad.
La manera de hacer es ser.
Las palabras verdaderas no son agradables, y las agradables no son verdaderas.
Quien conoce a los otros es sabio. Quien se conoce a sí mismo es iluminado.
Si a un pueblo no le importa morir ¿de qué sirve amenazarlo con la muerte?
Si das pescado a un hombre hambriento lo nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.
Un viaje de mil millas empieza con un paso.
Nadie puede ver su reflejo en el agua que corre, solamente podemos ver en el agua inmóvil.
Teniendo los dos pies en la tierra, siempre mantendrás tu equilibrio.
No son los fines particulares sino las metas comunes lo que fomenta la comunidad entre los hombres.
El autoconocimiento no consiste en ocuparse de los propios pensamientos, sino de los ecos que emanan de uno.
No debe perjudicarse lo importante a favor de lo nimio, ni lo noble para favorecer lo indigno.
El honor más grande es conservar la modestia en la plenitud de la posesión.
Proyecta lo difícil partiendo de donde aún es fácil.
Realiza lo grande partiendo de donde aún es pequeño.
Todo lo difícil comienza siempre fácil; todo lo grande comienza siempre pequeño.
El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas.
Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía.
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito.Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos.
Así podemos observar que las circunstancias que vivimos
son simplemente manifestaciones externas
del contenido de nuestra habladuría interna.
Aprende a ser como el universo,
escuchando y reflejando la energía
sin emociones densas y sin prejuicios.
Porque siendo como un espejo sin emociones
aprendemos a hablar de otra manera.
El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.